El video metraje que está usted visionando es propiedad de INDUSTRIAS GARHAM, pioneros de las crono-expediciones desde 1878.
Esta pieza documental corresponde a la expedición número catorce, llevada a cabo en el mes de marzo del año 1911 por el equipo del profesor [dato borrado].
Dado que las expediciones en la línea temporal no permiten definir en modo alguno a qué punto cronológico concreto se desea viajar, sumado a las muy inquietantes y sumamente extrañas particularidades del destino de la expedición número catorce, es imposible precisar en qué año, o siquiera época o periodo aproximado, sucede lo que en este metraje queda recogido y van a ver.
A modo de resumen, nuestro equipo encontró un vasto emplazamiento completamente desolado, carente de vegetación, y atestado hasta donde alcanzaba la vista de restos ruinosos, desperdicios y cenizas, como si una gran catástrofe hubiera acontecido en una época anterior.
La zona estaba atestada también de colosales ruinas de edificios de tipo monumental y de características arquitectónicas indeterminadas, lejanamente emparentados, en apariencia, y a falta de poder haber realizado un análisis más minucioso, con nuestras catedrales góticas, pero de un tamaño mucho mayor, siendo inconcebible su edificación con los conocimientos constructivos existente en siglos doce al dieciséis. En el área que se pudo explorar en el muy limitado tiempo operativo de las incursiones cronocartográficas, el doctor [dato borrado] pudo identificar cientos de estos formidables restos.
Aun así, lo más reseñable e inquietante de la expedición, por mucho, fue advertir la presencia de siniestros individuos silentes, con los que fue imposible establecer ningún tipo de comunicación y cuya anatomía parecía estar sutil pero profundamente “corrompida”, y a los que acompañaba un insoportable hedor a putrefacción. Estos seres, bautizados por nuestro equipo como “Los Dolientes”, aparecían siempre en actitud de sentida y profunda penitencia, encontrándose diseminados, con aparente aleatoriedad, a lo largo de las ruinas, sin llegar a ser abundante su presencia, pero tampoco extraña o exótica.
El ambiente gélido y ventoso, así como una tenue bruma ponzoñosa, conferían a estas presencias un matiz fantasmagórico, si bien el equipo de INDUSTRIAS GARHAM pudo comprobar, sin lugar a la menor duda, que eran seres de carne y hueso, y estaban definitivamente vivos, aunque sumidos, eso sí, en un perturbador y profundísimo trance.
Durante el tiempo que duró la incursión, se escuchó en todo momento una lejana y maquinal salmodia, un canto repetitivo de inspiración mística cuya fuente no se pudo identificar antes de que finalizase la misión.
Por último, cabe reseñar que el equipo expedicionario que participó en la presente crono-incursión, quedó a su regreso, y durante semanas, profundamente afectado, padeciendo, en algún caso, de una extrema y mórbida melancolía anímica.
Si se requiere un informe más extenso sobre la misión número catorce, se puede solicitar un acceso especial al expediente 14-11A019.
Nuevos fragmentos recuperados de la Expedición n14:
Esta breve pieza fragmentada pertenece al expediente 16-10A004:
Esta breve pieza fragmentada pertenece al expediente 16-10A004.
El individuo en pantalla es el paciente 020, un joven que celebraba su boda en el momento preciso de la crono-incursión. El paciente 020 fue el único superviviente del evento de la “Ermita de San Rafael”. Este suceso está catalogado como alto secreto.
La crono-incursión arribó en el momento y lugar exacto en que el paciente 020 y su prometida iban a intercambiar los anillos de boda.
Como consecuencia, y a excepción del paciente 020, todos los asistentes al enlace, incluyendo a la novia, murieron al instante.
Una vez rescatado del lugar, el paciente 020 fue diagnosticado por nuestro equipo de una versión extrema de trastorno de estrés postraumático. El joven, en un espantoso y permanente estado catatónico del que jamás se recuperaría, agarraba con una fuerza inhumana su dedo anular, aquel que hubiera debido portar el anillo de boda. Esta contracción involuntaria fue convirtiéndose en un gesto persistente e inamovible que derivó, con el tiempo, en una completa y atroz deformidad anatómica, transformando sus manos en unas intrincadas estructuras rizomáticas.
Por este característico ademán el paciente 020 fue apodado como “El sin sortija” a su llegada al sanatorio GARHAM.
El evento de la “Ermita de San Rafael” supuso la primera y terrible evidencia de cómo el despliegue del crono-portal de atraque de una incursión temporal puede afectar significativamente a organismos ubicados en su campo de influencia. Entre los diversos efectos observados, destaca por encima del resto el denominado “Estado de crono-momificación”, que es una suerte de embalsamamiento instantáneo y auto inducido cuyos mecanismos funcionales aún no se han podido explicar.
Estos falsos cortos documentales han sido creados a partir de imágenes generadas con #inteligenciaartificial, en concreto #stablediffusion